princesa en potencia : agosto 2015

cortarme para q el dolor se vaya y las cicatrices queden ♥

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lunes, 17 de agosto de 2015

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QUIERES SABER SI ERES ALISA? Test del Dr. Bratman para la ortorexia

  • Pasa más de tres horas al día pensando en su dieta?
  • ¿Planea sus comidas con varios días de antelación?
  • ¿Considera que el valor nutritivo de una comida es más importante que el placer que le aporta?
  • ¿Ha disminuido la calidad de su vida a medida que aumentaba la calidad de su dieta?
  • ¿Se ha vuelto usted más estricto consigo mismo en este tiempo?
  • ¿Ha mejorado su autoestima alimentándose de forma sana?
  • ¿Ha renunciado a comer alimentos que le gustaban para comer alimentos “buenos”?
  • ¿Supone un problema su dieta a la hora de comer fuera, distanciándolo de su familia y sus amigos?
  • ¿Se siente culpable cuando se salta su régimen?
  • ¿Se siente en paz consigo mismo y cree que todo está bajo control cuando come de forma sana?
Si responde afirmativamente a 4 o 5 preguntas, significa que es necesario que se relaje más en lo que respecta a la alimentación. Si responde afirmativamente a todas las preguntas, significa que tiene una obsesión importante por la alimentación sana.
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ALISA /ALImentacion SAna (ORTOREXIA)

Está surgiendo un nuevo tipo de trastorno alimentario, que consiste en obsesionarse por mejorar el estado de salud a través de la alimentación. La Asociación suiza para la alimentación afirma que esta nueva ola de obsesión alimentaria, conocida como “ortorexia” u “ortorexia nerviosa” —del griego “orthos”, que significa recto y correcto, y “orexis”, apetito—, está alcanzando proporciones alarmantes.
Ya sea en busca de una cura para un trastorno específico, o simplemente excediéndose en su preocupación por llevar una alimentación sana, los ortoréxicos desarrollan sus propias reglas alimentarias, cada vez más específicas. Dedican cada vez más tiempo a resolver cómo cumplir su régimen dietético autoimpuesto y se ven obligados a planear sus comidas con varios días de antelación. Tienden a llevar un “equipo de supervivencia” con su propia comida cuando salen, ya que no pueden comer los alimentos disponibles por miedo a las grasas, las sustancias químicas o el ingrediente al cual le tengan fobia.
Para seguir un régimen de este tipo estas personas hacen prueba de una gran fuerza de voluntad, lo que hace que se consideren superiores a las personas que no son capaces de semejante autocontrol. “Alguien que se pasa el tiempo comiendo galletas de quinoa y tofu puede sentirse tan santo como si hubiera dedicado su vida a ayudar a los desamparados”, señala el Dr. Steve Bratman, que fue el primero en describir la ortorexia en 1997. Por el contrario, si el ortoréxico rompe sus votos y sucumbe a la tentación de los alimentos “prohibidos”, se siente culpable y corrompido, lo que les lleva a castigarse con reglas dietéticas aun más estrictas o con abstinencia. Este comportamiento es similar al de las personas que sufren anorexia o bulimia nerviosa, sin embargo, los anoréxicos y bulímicos se preocupan por la cantidad de comida que consumen, mientras que los ortoréxicos se obsesionan con la calidad de la misma.
En Europa se nos bombardea actualmente con información sobre lo que es “bueno” y lo que es “malo”. Los temores relacionados con los alimentos y el movimiento de defensa de la alimentación orgánica han añadido complejidad a las decisiones que las personas tienen que tomar en materia de alimentación. La Dra. Bettina Isenchmid, especialista en trastornos alimentarios en L’Hôpital de l’Isle de Berna, cree que este enfoque sobre los alimentos buenos y malos es problemático y provoca, en la sociedad occidental moderna, una relación cada vez más neurótica con la alimentación. La salud es ahora una consideración importante para los europeos a la hora de planificar el menú. ¿Cómo podemos lograr dar a la alimentación sana su justa importancia sin que se convierta en una obsesión?
Como en la mayoría de los aspectos de la dieta, la clave reside en la moderación. Cualquier cambio en la elección de los alimentos que forman parte de su dieta debe hacerse de forma gradual y de una manera que encaje con los gustos y el estilo de vida de cada persona. Llevar una alimentación sana debería tener un efecto positivo para la salud sin por ello dejar de disfrutar de la vida o ver afectadas las relaciones con los demás. Para dilucidar si alguien tiene en mente alimentarse de forma sana o si se está obsesionando con el asunto, sugiérale que pruebe el “test del Dr. Bratman para la ortorexia”

fuente: http://www.eufic.org/article/es/artid/orthorexia-nervosa/
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TIPS PARA COMENZAR UNA VIDA SALUDABLE

1. EMPIEZA CON UNA VARIEDAD DE COMIDAS RICAS EN NUTRIENTES

Tu cuerpo necesita docenas de nutrientes esenciales para un rendimiento óptimo, y la única vía en que los conseguirás todos es consumiendo una variedad de alimentos. Tus comidas cotidianas deberían contener alimentos de los principales grupos para satisfacer tus requerimientos nutricionales diarios. Así que asegúrate de incluir granos enteros, proteínas, carbohidratos, vegetales y grasas en tu dieta. Recuerda, no tienes que pasar hambre. Comer sano no significa eliminar una gran cantidad de comida de tu dieta diaria, sino se trata de consumir alimentos más sanos cada día.
Todos adoramos el pan blanco y es realmente muy difícil trocarlo por una variedad integral. Se siente la diferencia. El asunto es que los hidratos de carbono refinados, como el pan blanco y las pastas, son perjudiciales para tu corazón y arterias. Pero además hay otra razón para escoger granos enteros por sobre las comidas procesadas: bajarás de peso. Los panificados de trigo integral y el arroz integral tienen más fibra, zinc y vitaminas que sus alternativas industrializadas. De todas maneras, asegúrate de checar los ingredientes porque algunas etiquetas de productos “multi-granos” son engañosas. La mejor opción es hacer tu propio pan. Puede no ser fácil al principio, pero una vez que intentes, dejarás de comprar panes integrales de una vez por todas.
No se trata de la cantidad sino de la calidad de grasa que consumes. Los investigadores han desterrado la información equivocada que existía alrededor de las grasas y han probado que las grasas de las nueces, pescado y vegetales promueven la buena salud. Comienza y termina tu cocina con aceites saludables como el de oliva, nueces, sésamo, avellano y almendras. Incluye granos, frutos secos, pescados y semillas de lino en tus recetas favoritas. Muchas personas a dieta cometen un gran error cuando eliminan las grasas saludables de su régimen cotidiano. Las grasas son parte esencial de una dieta sana, pero solo si las consumes con moderación. Las grasas saludables ayudan a mejorar tu humor, controlar la fatiga y mantener sano tu corazón.
Mantenerse sano y perder peso podría ser tan simple como reducir el tamaño de tus porciones. De acuerdo con las investigaciones, la mayor parte de los individuos consumen entre 4 y 5 porciones en  cada comida. Incluso los restaurantes de comida rápida han incrementado las porciones para satisfacer la demanda. Consulta guías nutricionales para determinar el tamaño recomendado de las porciones y asegúrate de medir todo. Puedes utilizar platos más pequeños o tenedores más grandes para controlar tus porciones y comer menos. No debes consumir más comida de la que necesitas, sin importar qué tan saludable sea.
Saltarse las comidas, especialmente el desayuno, puede llevar a picoteos fuera de control más tarde. Saltarse las comidas también puede provocar ralentización del metabolismo y aumento de peso. Hazte tiempo para un desayuno saludable para comenzar tu día como corresponde. Por ejemplo, prepara una omelette de huevo blanco con vegetales y bebe un batido verde para desayunar. Te ayudará a sentirte nutrida y energizada a lo largo del día.
Incluso si estás intentando bajar de peso, nunca te saltes las comidas. Si bien puedes cortar calorías diarias, puede provocar antojos y atracones. Planifica tus comidas para no tentarte de atacar cualquier cosa que tengas a la vista cuando aparezca un ataque de hambre intenso.
Para la mayoría de las personas, el sabor está por sobre la nutrición. Si estás cansada de los alimentos ricos en grasa y azúcares, eliminarlos de tu dieta podría ayudarte. No obstante, la mayor parte de la gente falla con este tipo de dietas, donde los alimentos prohibidos se vuelven irresistibles. En vez de eliminar estas comidas todas juntas, consúmelas en moderación o menos seguido. A medida que incorpores otros alimentos saludables en tu dieta, te será más sencillo dejar atrás los alimentos perjudiciales.
La única forma de controlar lo que comes es cocinar tu propia comida. Las mamás y papás ocupados no tienen tiempo para esclavizarse en la cocina, pero muchas recetas simples permiten poner la cena en la mesa en menos de 30 minutos. Cuando cocinas tu propia comida, sabes lo que agregas a tus platos. No importa cuán ocupada estés, encuentra tiempo para hacer tus propias comidas.
Una de las vías más simples para mantenerse en el buen camino de la dieta saludable es ser sincera contigo misma. Identifica y sé consciente de tus hábitos alimentarios pobres y recuerda los beneficios de elegir opciones más saludables. Plantéate metas y comienza a registrar todo lo que comes. Un registro visible te ayudará a hacer mejores elecciones y a controlarte. Si estás comiendo porciones mayores, toma la decisión de reducirlas y cambiar tus favoritos calóricos por alternativas bajas en calorías.
Los grandes cambios no suceden de la mañana a la noche y no puedes aprender a comer mejor en una semana. Toma tiempo cambiar los malos hábitos por los buenos. Intentar hacerlo todo te impedirá progresar. Corta los excesos y haz cambios graduales para comenzar con un plan de alimentación saludable a largo plazo. Empieza por integrar cambios pequeños en tus hábitos alimenticios hoy, y disfruta de mejor salud mañana. No te olvides de tu rutina de ejercicio. No incrementarás tu salud si no te entrenas regularmente.
Si bien aquí hay sugerencias generales para una alimentación saludable, todo se reduce a tu estilo de vida individual. No dejes que las recomendaciones nutricionales te lleven a adoptar un régimen de comida que no encaja en tu estilo de vida. Encuentra tu propio equilibrio, come con moderación y camina la ruta hacia la buena salud. Si no te gustan los batidos verdes, no los bebas. Si no te agrada el sabor de las ostras, no las comas. Come y bebe lo que quieras, pero siempre asegúrate de hacer elecciones saludables.
Si bien no es sencillo comenzar a comer bien de una vez, puedes hacer pequeños cambios cada día. Recuerda, un poco hoy contribuye un montón para el futuro. La alimentación saludable conlleva maravillosos beneficios y uno de los mejores es que te ayuda a mantener tu peso bajo control. ¿Vas a intentar comer más sano?

FUENTE: http://dietas.net/bajar-de-peso/tips-para-bajar-de-peso/10-tips-para-empezar-a-comer-saludable.html#
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